Day 13: Redefining Friendship

Transcript

Jesus's approach to friendship offers a powerful model for us to follow. He modeled for us what it means to love selflessly, to forgive without holding grudges, and to be a steadfast friend even in difficult circumstances. We read in John 15 that he said, "Greater love has no one than this: to lay down one's life for one's friends."

John 15:13 (NIV)

Greater love has no one than this: to lay down one's life for one's friends.

So often, we approach friendship thinking about what we can get or gain in the relationship, but Jesus turns the script upside down and invites us to consider that real friendship includes selflessness, sacrifice, and mutual care. Jesus loved so completely and intimately. He called his followers his friends, showing that deep, genuine connections are possible and so valuable.

When we think through the different ways friendships can begin, we will find shared experiences and interests, but our hope is that friendship can grow beyond that initial connection. Friendships, when at their best, should be making us better versions of ourselves. Think of it this way:

Proverbs 27:17 (NIV)

As iron sharpens iron, so one person sharpens another.

Friendships that encourage each person to be their best self and challenge each other to grow emotionally, spiritually, and mentally are friendships worth nurturing. A friendship that's rooted in these principles will be one where honesty, grace, and mutual support are central. As trust is built over time, friends can not only be companionship, but it can and should help us see ways we can grow as individuals.

It's been said, without a mirror we cannot see our own face. We need those friends who are willing to share truth with us, whether it's about having spinach in your teeth or giving us feedback when we respond out of a place of unhealthiness. It's those kinds of friends that are truly invaluable.

If you want to build friendships that are not only meaningful but transformative, here are some key principles to follow:

• Commit to the friendship. In strong friendships, we choose to love each other unconditionally, even when things get difficult. This means extending grace, being patient, and forgiving one another, even when we mess up. This can also look like keeping short accounts with each other by not holding grudges and working through conflict to get to mutual understanding.

• Seek growth together. Make time to support one another in personal growth. Help each other see potential blind spots and encourage each other by believing the best and seeking emotional and relational health together.

• Be vulnerable and honest. Just as you would want a good friend to be honest with you, be honest about your own struggles, doubts, and joys with your friends. True friendship comes when we can trust one another with our real selves. When you are authentic with your friends, it gives them permission to be vulnerable and real with you as well, and they'll respond with their own authenticity.

• Serve one another. Real friendship is not just about what you can get, but what you can give. Serving each other in times of need, whether emotionally or practically, deepens the bond and builds trust.

Building friendships like Jesus did is about creating deep, authentic connections where love, grace, and growth are central. By prioritizing vulnerability and mutual support, you can experience friendships that are richer, more fulfilling, and enduring. Whether or not you're familiar with the teachings of Jesus, the example he offers to us is a timeless blueprint for making our relationships invaluable.

Español

¡Bienvenidos al día 13! Hoy vamos a explorar cómo podemos crear amistades más profundas y significativas al mirar el ejemplo del enfoque de Jesús en las relaciones. Incluso si eres nuevo en el concepto de seguir a Jesús, aún puedes aprender de su modelo de amistad. Se trata de construir relaciones que vayan más allá de una simple conexión superficial y reflejen algo mucho más profundo y duradero.

El enfoque de Jesús hacia la amistad ofrece un poderoso modelo para que lo sigamos. Nos mostró lo que significa amar de forma desinteresada, perdonar sin guardar rencores y ser un amigo constante incluso en circunstancias difíciles. Leemos en Juan 15 que él dijo: "Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos."

Juan 15:13 (NVI)

No hay amor más grande que este: el de dar la vida por los amigos.

A menudo, nos acercamos a la amistad pensando en lo que podemos obtener o ganar en la relación, pero Jesús cambia el guion y nos invita a considerar que la verdadera amistad incluye la entrega, el sacrificio y el cuidado mutuo. Jesús amó de forma completa e íntima. Llamó a sus seguidores amigos, mostrando que las conexiones profundas y genuinas son posibles y tan valiosas.

Cuando reflexionamos sobre las diferentes formas en que pueden iniciarse las amistades, encontramos experiencias e intereses compartidos, pero nuestra esperanza es que la amistad pueda crecer más allá de esa conexión inicial. Las amistades, cuando están en su mejor momento, deberían ayudarnos a ser mejores versiones de nosotros mismos. Piénsalo de esta manera:

Proverbios 27:17 (NVI)

Así como el hierro se afila con el hierro, el hombre se afila con el trato del hombre.

Las amistades que animan a cada persona a ser su mejor versión y se desafían mutuamente a crecer emocional, espiritual y mentalmente, son amistades que vale la pena nutrir. Una amistad que se basa en estos principios será aquella donde la honestidad, la gracia y el apoyo mutuo son centrales. A medida que se construye la confianza con el tiempo, los amigos no solo pueden ser compañía, sino que también pueden y deben ayudarnos a ver formas en las que podemos crecer como individuos.

Se ha dicho que sin un espejo no podemos ver nuestro propio rostro. Necesitamos amigos que estén dispuestos a decirnos la verdad, ya sea sobre tener espinacas en los dientes o darnos retroalimentación cuando respondemos desde un lugar de falta de salud. Son esos tipos de amigos los que son verdaderamente invaluables.

Si quieres construir amistades que no solo sean significativas sino transformadoras, aquí tienes algunos principios clave a seguir:

• Comprométete con la amistad. En las amistades sólidas, elegimos amarnos incondicionalmente, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Esto significa extender la gracia, ser paciente y perdonarnos mutuamente, incluso cuando cometemos errores. Esto también puede significar llevar cuentas cortas entre nosotros, no guardar rencores y trabajar a través de los conflictos para llegar a un entendimiento mutuo.

• Busca crecer juntos. Dedica tiempo a apoyarse mutuamente en el crecimiento personal. Ayúdense mutuamente a ver puntos ciegos potenciales y anímense creyendo lo mejor y buscando la salud emocional y relacional juntos.

• Sé vulnerable y honesto. Tal como quisieras que un buen amigo sea honesto contigo, sé honesto acerca de tus propias luchas, dudas y alegrías con tus amigos. La verdadera amistad surge cuando podemos confiar el uno en el otro con nuestro yo real. Cuando eres auténtico con tus amigos, les das permiso para ser vulnerables y auténticos contigo también, y responderán con su propia autenticidad.

• Sirvan los uno a los otros. La verdadera amistad no se trata solo de lo que puedes obtener, sino de lo que puedes dar. Servirse mutuamente en momentos de necesidad, ya sea emocional o prácticamente, profundiza el vínculo y construye confianza.

Construir amistades como lo hizo Jesús se trata de crear conexiones auténticas y profundas donde el amor, la gracia y el crecimiento son centrales. Al priorizar la vulnerabilidad y el apoyo mutuo, puedes experimentar amistades que son más ricas, más gratificantes y duraderas. Ya sea que estés familiarizado o no con las enseñanzas de Jesús, el ejemplo que nos ofrece es un modelo atemporal para hacer que nuestras relaciones sean invaluables.